PROFETAS EXÍLICOS Y POS EXÍLICOS
El profeta Ezequiel
Según los datos del libro, se puede localizar entre
los años 593 y 571. Es una época, de mucha turbulencia; pues desaparece todo lo
que los identificaba como pueblo. Con la caída de Jerusalén, ya no existen las instituciones que los aglutinaba y les daba una identidad
nacional.
Su ministerio, se da antes y después de la caída de
Jerusalén, por tanto, es un profeta de gran relevancia, ya que le toca vivir a
plenitud una de las etapas más desgarradoras de pueblo
de Israel.
El último texto fechado del libro se encuentra en 29, 17.
Se trata de un oráculo sobre el fracaso de Nabucodonosor en el asedio de Tiro,
y de la promesa que se le hace a este rey de que conquistará Egipto «como
salario para su ejército». Estamos en el «año veintisiete, el uno del primer mes»
de la cautividad del rey Jeconías, es decir, el 26 de abril del 571.
“Ahora, el otro dato que se conoce como la Crónica
Babilónica, se tiene el registro de los distintos combates del rey Nabucodonosor;
y con los datos del libro de los Reyes y Jeremías, se puede reconstruir la
época en que fue escrito el libro de Ezequiel”
(Asurmendi, 1.982, P.4).
La Historia en la época de Ezequiel
El rey Josías aprovechando un periodo de debilidad del
imperio Asirio, emprende la conquista de Israel, o Reino del Norte; y él, empieza
una reforma religiosa y, aunque es corto este periodo,
sí es de gran esperanza para ellos.
Luego entra en escena el reino de Egipto,
entrometiéndose con Asiria y Babilonia; y esto hace que se desestabilice el
gobierno del Josías, y termine por caer el reino de Judá, o reino del Sur;
muriendo en batalla el rey Josías, en el año 609.
Nabucodonosor, al tomar la ciudad, el rey y toda su familia
son deportados a Babilonia; también, lo mejor del ejército, gran número de
sacerdotes, y de artesanos, son desterrado y con ellos, el tesoro del templo.
Es la primera deportación de Judá, en el 597.
“Los babilonios instalan a Godolías, un amigo de
Jeremías, como gobernador de Judea, que es convertida en una nueva provincia
del imperio.
. Pero Godolías es asesinado por algunos fanáticos de
Judá. Jeremías es llevado a la
fuerza a Egipto. Poco después habrá una última
deportación de judíos a Babilonia”. (Asurmendi, 1.982, P.6).
El Profeta Isaías
Según los exégetas, el libro de Isaías se compone de
66 capítulos que fueron escritos por tres autores diferentes: el primer autor
se sabe que era de ascendencia aristocrática, escribió los capítulos del 1 al 39;
en el siglo VIII; el segundo se le conoce como la “Voz que grita”; o Déutero
Isaías, o también el “ segundo Isaías” y escribió los capítulos del 40 al 55, por el año 450 durante el
destierro; y el tercero, como tricto
-Isaías, escribió los capítulos del 56 al 66, por el año 520 después del destierro.
Situación de Israel en el Destierro
Ante éste debacle, se pierde todo asidero, todo es
penumbra y desolación. El pueblo, se empieza hacer las preguntas, por ejemplo:”
¿dónde queda la Alianza, las instituciones, la vida de fe, que estaba
centralizada en Jerusalén, la dinastía, las leyes?… En fin, un sin número de
realidades que hacen perder toda esperanza para vivir”. (Asurmendi. 5)
Ante las vivencias del destierro, Dios tiene la
potestad de hacer que de situaciones calamitosas de todo orden surjan grandes
progresos de unidad, identidad, cohesión, solidaridad, fe, como es lo que
ocurrió con el pueblo de Israel, en el destierro de Babilonia. Y así el rey
Ciro, de ser opresor, se convierte en instrumento de liberación para Israel.
Profetas Pos-exílicos
Ciro Instrumento de liberación
En el año 539 Ciro, rey de Persia dicta el edicto de
liberación del pueblo de Israel, ya que los persas tenían una política de
respeto con las costumbres y formas de vida de los pueblos que sometieron.
“En el 538 se dicta la devolución de todos los tesoros
que se habían llevado los babilonios, y también propiciaron con sus propios
medios la reconstrucción del templo”. (Wiener, 1.980, P.6).
Es bueno anotar que la reconstrucción del templo, fue
de momento algo muy pasajero, ya que el pueblo andaba todavía en condiciones de
penuria, no solamente económica, sino también social y religiosa.
“Con el profeta que llaman el trito-Isaías, se tiene
como un hecho que son recopilaciones de varios seguidores de la tradición de
Isaías, de varias épocas”. (Wiener, 1.980, P.39).
“Según dice Wiéner:
que probablemente la recopilación de las profecías se da desde el
destierro, hasta el fin del imperio persa, o quizás hasta el dominio griego”
(P.39).
“En la primera mitad del siglo V, es un tiempo en que
la comunidad se encuentra desanimada ante la lentitud en
la historia de salvación”. (Wiener, 1.980, P.40).
Ya en esta época se tiene como una de las
características más importantes el concepto de salvación
universal; pero también se hace una crítica acerba contra las injusticias sociales
que les toca vivir.
“Si sus promesas tardan en cumplirse, el retraso no
debe imputarse a Dios, sino a los que, en la comunidad, se han apartado del
camino de la salvación”.
(Wiener, 1.980, P. 41).
Como conclusión del mensaje del Trito-Isaías, hace un
recuento de salvación universal y la centralidad de Jerusalén como el lugar de
culto.
El Profeta Ageo
Los oráculos de la reconstrucción del Templo, según
registro se tiene como época probable el segundo año del rey Darío, en el 520.
Sobre el profeta no se tienen datos fidedignos sobre
su procedencia.
Sus oráculos muestran el estado de desaprobación que tiene con respecto al pueblo por la inercia en que están, y no han emprendido en forma, la reconstrucción del templo. Por tanto, los reconviene a que se pongan en marcha y así, el Señor dará más y mejores cosechas y bienestar para todos.
Oráculo:
El profeta Ageo, comienza haciendo una recopilación de
lo que está viviendo el pueblo, y le dice que a llegado el momento propicio
para pasar de la escucha de la palabra, a las obras.
Oráculo:
La Gloría del Templo
Ante el desanimo de los que reconstruyen el templo, el
profeta le dice: que no solamente podrán reconstruirlo con magnificencia; sino
que será mejor que el de Salomón. Y al templo vendrán de todas las naciones.
Oráculo:
El Culto es Impuro
Él, hace la invitación para que todos sepan
diferenciar, entre lo que es impuro, y lo que es puro, o consagrado.
“Concluyendo que la santidad no se comunica, mientras que la impureza sí se
trasmite”. (Wiener, 1.980, P.12).
Oráculo:
Desde Hoy
Da una fecha donde hace constancia del momento en que
realizó el primer oráculo, y este último. (Wiener,
1.980, P. 13).
El Profeta Zacarías
La tradición ha puesto bajo el nombre del profeta Zacarías,
una colección de catorce capítulos, de géneros literarios muy diversos. (Wiener,
1.980, P.13).
Sus escritos empiezan en la misma época del profeta
Ageo, por el segundo año del rey Darío, por el año 520. Es en el libro de
Esdras, donde menciona que estuvieron en la misma época los dos profetas. (Esd
5,1; 6,14).
El profeta en su libro hace una invitación a volver al
Señor. Ahora bien, los entendidos dicen que probablemente Zacarías no era del
estipe sacerdotal, ya que les era muy crítico a ellos.
Le hace también una llamada al arrepentimiento, por su
infidelidad y la de sus padres. (Wiéner,1.980,
P.17).
El Déutero-Zacarías
“La segunda parte del libro de Zacarías es muy distinta
de la primera. En vez de unos breves oráculos de unos relatos de visión,
encontramos aquí grandes evocaciones de la intervención inminente del Señor,
(…) (Wiéner,1.980, P.27).
“En cuanto a las dos secciones precedentes, la
tradición las unió simplemente al libro de Zacarías, a pesar de que no tienen
ningún punto en común con la colección de este
Profeta”. (Wiener, 1.980, P. 28).
Se dice que hubo diversidad de autores, pero un
redactor que le dio un escenario dándole relevancia a los siguientes temas:
Denuncia de los falsos profetas, intervención del Señor en el mundo, y critica
los que se desempeñan en el poder, y los trata de <<pastores sin
compasión>>.
El Profeta Malaquías
Su nombre quiere decir el <<mensajero>>
pero como en la mayoría de los profetas se cree que es un profeta anónimo. Se
puede datar la fecha, por lo escrito en el libro. Él hace una critica
descarnada a los sacerdotes; lo mismo que los matrimonios mixtos, o de otras
culturas.
“Este profeta parece ejercer su ministerio en
Jerusalén a lo largo del siglo V, quizás por el 450”. (Wiener, 1.980, P.36.)
El Profeta Joel
No se sabe a ciencia cierta la época en que fue
escrito; algunos exegetas lo ubican entre los años VIII, pero otros lo sitúan
entre los siglos VII y IV.
Su profecía tiene un carácter escatológico, como
<< El Día del Señor;>> Habla de vendimia, de la cosecha, de la
batalla universal, de la desaparición del sol y la luna. También se habla de
Jerusalén, como lugar de residencia del Señor.
Habla contra los bebedores de vino, los sacerdotes y
los agricultores. Los incrimina, a que vuelvan al Señor, y sino se convierten
sus tierras quedaran infértiles y desoladas a causa de su mala conducta.
Por último, proclama el Dia del Señor, donde si no se
arrepienten vendrá la desgracia de todo tipo, a causa de su infidelidad.
Estando así las cosas el profeta hace una suplica a
todo el pueblo sin excepción para que vayan a pedir perdón al Señor, acompañada
de oraciones, ayunos y arrepentimiento; no solo por ellos, sino por el honor
debido al Señor.
Ahora para terminar el profeta no se queda en la parte
trágica, de la desobediencia, sino que evoca el lado de misericordia del Señor,
para finalmente después de reconvenirlos, los exhorta a tener ilusión y mucha
esperanza, porque el Señor vive con ellos.
Mensaje Hoy:
Ayer, como hoy, existen más que motivos para la
desazón, el desánimo, y hasta la desilusión; porque se puede constatar de forma
fehaciente que el corazón del ser humano, es el mismo.
Hoy muchos pueblos, se encuentran en situaciones de
desarraigo, sin patria, sin instituciones que los defiendan, sin esperanza y
perseguidos. Por esto se puede decir, sin temor a equivocarse, que la Palabra
de Dios, es más vigente que nunca.
Hoy, la Iglesia, que <<somos todos>>
tenemos la obligación de hacer vigente la Palabra de Dios; y a la vez, ser profetas
de nuestro tiempo, para reconvenir, exhortar, denunciar, animar al pueblo, brindando
una luz de esperanza, a los que yacen en medio de la tribulación.
Se puede decir, que ha llegado el momento de encarnar
la Palabra, hacerla vida. De pasar de situaciones meramente cultuales, o
culturales; a ser protagonistas en la medida de lo posible, del Amor de Dios,
en nosotros.
El Espíritu Santo, estará con nosotros hasta el final
de los tiempos; siendo dóciles a sus mociones, cumpliremos con el propósito de
no pasar por está tierra en vano.
Referencias Bibliográficas
CB. 38
Asurmendi, J.
(1.982). Ezequiel
Pamplona,
España: Editorial Verbo Divino
Wiener,
C. (1.980). El Segundo Isaías
Pamplona,
España: Editorial Verbo Divino